Fui con mi hijo Maicol a ver La Rana y La Princesa en el Teatro ABA uno de estos domingos a las 11am. He de confesar que adoro este horario de Matinée. Es tan cómodo. Te levantas golpe de 9am, desayunas riquito con tu familia, te alistas, te vas al teatro y a la 1:00 tienes toda la tarde para hacer más cosas.
¿De que trata? – Es la historia original de la linda princesa que pierde su anillo en un pozo (De agua; no de BP) y una linda ranita que habla, le ofrece rescatarlo a cambio de un beso. ¡Wakala!
¿Qué o quien sobresalió? – Todas las actuaciones me gustaron, en especial la de Alejandra Araúz quien interpreta a la princesa. Eduardo Herrera me gusta mucho en infantiles, también me gustó cuando hizo de Cerdito en Los Tres Cochinitos. Juega con su voz y mueve sus ojos muy hábilmente. Luis Palacios (Rana y Príncipe) se luce con la voz de la simpática ranita del estanque, pues es una marioneta. Y Felix Gómez, quien estoy convencida que le gusta oírse actuar, no esta mal en su papel de prometido/pretendiente de la princesa, aunque le he visto mejores cosas como Trombolli, en Pinocho y Tío Tigre en Chiquilinga.
¿Que pudo ser mejor? – Muchas cosas, pero debo confesar que después del bajo presupuesto (Para no decir nulo) de Los Tres Cochinitos y Ricitos de Oro de Producciones Triadas (Ceila Gonzalez), esta obra infantil ha dado un giro de 180 grados. No quiero ser malvada con el cuerpo infantil de baile, porque como madre no me gusta que critiquen a mi hijo… peeeeeeeero, para mí, el teatro es ESTETICA. Las lindas bailarinas de entre 5 y 12 añitos en mallas de ballet, tutús verdes y gorritos de rana causan un efecto confuso. Porque una cosa es decir: “¡Ay! que cute la gordita en mallas, me recuerda Fantasia de Disney”…. Y otra es decir: ¡Ay! cielos, pobre niña, ¿No había la malla de su talla?”. ¿No se si me explico?
En general – A Maicol le encantó el baile de la ranita, pegajoso y con ritmo. Escenografía y vestuario muy lindos. Diseño gráfico ES-PAN-TO-SO!!!! Detesto que cojan a la princesa de Disney y le cambien el color del vestuario… en este caso hasta el color de piel. ¡Fatal! La rana del afiche muy feita la pobre, no, no, no. Y alguien le puede decir a Pablo Salas que en los detalles esta la hermosura y la magia. Si tu protagonista es una marioneta, cónchole lúcete con la marioneta. La ranita parecía un ente mutado de Dominguito. Horrible. Nada que ver. Además el actor que la manipulaba se veía todo el tiempo. Y encima en el segundo acto, debajo del pedacito de tela negra (Tacaños!) que cubría a Luis Palacios, se veía un 80°% del príncipe, con capa roja y todo. Así le matan la gracia a cualquiera. Detalles; detalles que hacen la diferencia entre un gran obra infantil y algo mas o menos simpático.
Esta en cartelera hasta el 22 de agosto, todos los domingos en el teatro ABA. Funciones a las 11:00am y 1:00pm. Teatro 260-6316. Entrada general $6.00.
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