jueves, 26 de agosto de 2010

Horror en la tiendita

Tercera Llamada (19) Martes 23 de agosto de 2010, Día a Día

Me hice un despojo de lo que había leído relacionado a la promoción de “La Tiendita del Horror” y me fui a verla despejada, y despojada de todo léxico rebuscado que la definiera.

¿De qué trata? – En una tienda de flores en quiebra, el dependiente Seymour Krelborn (Alejandro Largotta) descubre que con una extraña plantita comprada a un chino, empieza a llamar la atención no solo de nuevos clientes sino también de los medios de comunicación. La fama del lugar crece, al igual que la planta, la cual es alimentada con sangre humana fresca, pues es extraterrestre. En su afán de conquistar a Audrey (Roseta Bordanea), la guapa compañera de trabajo, ¿Seymour será capaz de todo? ¿Incluso matar? ¿Hasta dónde nos lleva la ambición, si la alimentamos?

¿Que me gustó? – Randy Domínguez, a mi parecer es el ¡Wao! El mejor  de esta obra. Canta divino, actúa ma-ra-vi-llo-so y es polifacético. ¡Pulgares arriba! Todos los papeles que hace son convincentes y mágicos. Entregado 100%. La planta es un ES-PEC-TÁ-CU-LO. Luis Salazar se luce con estas marionetas que nada tienen que pedirle a los animatrónicos de Broadway. Fabulosa. Ronnette (Natalie Harris), Crystal (Mayra Hurley) y Chifón (Janelle Davidson): Supremas. Hábiles, rápidas en sus cambios y que voces. La escenografía merece sola, un premio al ingenio.

¿Qué no me gustó? – Roseta  no la sentí involucrada, metida en su papel…  que por si ya se parecía al de “Víctor Vicotria”. Que decepción. Fui a ver oír cantar  a Lagrotta y me quedé con las ganas. Esta obra no es para que él se luzca, en lo absoluto. Además que su interpretación de “tontito” ¿Qué tiene que ver con el acento mexicano que le da al personaje? No manches guey. Asesórate. La obra NO es para niños. La escena del maltrato de Roseta es violenta. Y había niños no solo en el elenco, sino también en la sala. No me parece. Y no la recomiendo para niños menores de 13 años.

En general – La dirección de Edwin Cedeño es magistral. No olvidó nada. Uso del espacio: impecable. Aunque duela decirlo, en otro teatro se hubiera lucido más. Los cambios técnicos y de backstage: ¡Súper! La banda de Alfonso Lewis: Mejor se daña. La historia, repito, una gringada, pero pegajosa y divertida. Lo acepto. Ji ji ji. El vestuario coqueto, colorido y acorde, como siempre con Jaime Ávila. Habíamos 17 personas en la sala. Arrancó a las 8:30pm… tarde! El diseño gráfico me encantó. Les soy sincera: Vale los $25 dólares que pagamos cada uno en la entrada. Todo muy profesional… apretados, pero profesionales. He dicho! Ahh se me olvidaba, la canción final: ¡ESTA DE MÁS! Se ven todos, incómodos y con cara de “Me siento ridículo(a)”… nada que ver.

Vayan a verla. En cartelera hasta el 19 de septiembre en el Teatro la Quadra, Sala Gantes. Para saber horario e información adicional 214-3695 después de la 1:00 pm.

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